El 15 de marzo se cumplieron 12 años del comienzo de la guerra civil en Siria, un conflicto que sigue latente a día de hoy, aunque ha bajado en intensidad. El país se encuentra dividido entre las amplias zonas controladas por el gobierno de Bashar Al Asad, la región noroeste de Idlib, en manos de los grupos rebeldes; y el noreste de Siria, donde kurdos, rebeldes apoyados por Turquía y tropas gubernamentales se reparten posiciones estratégicas. El reciente terremoto ha empeorado la situación de la población.