Sumido en una profunda crisis institucional, económica y social, Haití vive días de terror y miedo. La violencia que creció de forma alarmante en 2022 no perdonó ni a la Iglesia. Hubo secuestros de sacerdotes y el asesinato de una monja, la misionera italiana Luisa Dell’orto, en la capital, Port-au-Prince. Ante ello, los obispos decidieron pronunciarse, publicando un mensaje para tratar de llamar la atención del mundo sobre la extrema gravedad de lo que sucede en el país caribeño.