El patriarca de Jerusalén, el cardenal Pizzaballa, junto al resto de patriarcas y jefes de las iglesias de Jerusalén, al que se les ha unido también Justin Welby, arzobispo de Canterbury, presente estos días en Tierra Santa, han publicado una declaración conjunta para hacer un urgente llamamiento a la moderación, la desescalada de la violencia y la protección de los civiles, tras las víctimas provocadas en el hospital anglicano de Gaza y en la parroquia ortodoxa de San Porfirio, donde 18 cristianos murieron.