La mañana del pasado domingo 19 de febrero, los fieles de Los Ángeles amanecían consternados ante el asesinato de su obispo auxiliar. David O'Connell, conocido como "el pacificador" por su mediación en la resolución de conflictos entre los pandilleros y los representantes de las autoridades, apareció muerto en la madrugada del sábado con "al menos" una herida de bala. Conforme han comenzado la investigación, las fuentes policiales están ofreciendo una primera versión de los hechos de este asesinato en extrañas circunstancias.