Este verano, en Ciudad de México, 22 niños sin hogar encontraron su casa en la Iglesia católica. Fueron bautizados junto a sus familiares en la Basílica de Guadalupe.
Todos vivían en la calle cuando fueron encontrados por la organización Esperanza de los Pobres. Poco a poco, con financiación, se pudo sacar a cada familia de la calle e instalarla en un apartamento. Para muchos, era la primera vez en su vida que tenían un lugar seguro al que llamar hogar.