Se estima que hay unas 10.000 víctimas mortales pero es muy posible que la cifra aumente. Hay millones de personas afectadas y cerca de 600.000 desplazados por la devastadora acción del tifón Haiyan a su paso por Filipinas. Ante la necesidad de ayuda inmediata, varios grupos católicos ya trabajan en la zona y el Papa Francisco, a través del Pontificio Consejo Cor Unum, enviará 150.000 dólares a la Iglesia católica filipina.
Cáritas Internationalis ha creado un fondo especial para la catástrofe. Además, sobre el terreno tiene trabajadores para evaluar los daños y asistir a los afectados.