En junio de 2020, el gobierno rumano aprobó una ley que establece el 16 de agosto como la Jornada Nacional de concienciación sobre la violencia contra los cristianos.
La fecha también recuerda al príncipe rumano, Constantin Brâncoveanu, un cristiano que, junto con sus cuatro hijos, fue martirizado a causa de su fe el 15 de agosto de 1714 en Constantinopla. Rumanía es un país de tolerancia, con 21 grupos religiosos que practican su fe con total libertad.