Es probablemente el retrato artístico más grande que se ha realizado del Papa Francisco. Ocupa unos terrenos agrícolas cerca de la ciudad de Verona, en Italia. El artista, Dario Gambarin, utiliza un tractor para dibujar sobre el terreno grandes retratos o dibujos que siempre están cargados de contenido. En este caso, la inspiración llegó con la fuerte llamada del Papa a buscar la paz en Siria.