En la intención de oración de este mes, el papa Francisco nos invita a rezar por las personas que huyen de sus países: nuestros hermanos y hermanas que se ven forzados a abandonar su propia tierra.
Oremos juntos para que los migrantes que huyen de las guerras o del hambre, obligados a viajes llenos de peligro y violencia, encuentren aceptación y nuevas oportunidades de vida en sus países de acogida.