Muchas mujeres son tratadas como “material de descarte”.
Respetemos a las mujeres en su dignidad y en sus derechos fundamentales. Si no lo hacemos, nuestra sociedad no avanzará.
Oremos para que la dignidad y la riqueza de las mujeres sean reconocidas en todas las culturas, y para que cese la discriminación que sufren en diversas partes del mundo.