El papa Francisco quiere que este mes de septiembre oremos para comprometernos en la lucha contra la pobreza y la protección de la naturaleza, cambiando nuestros hábitos personales y los de nuestra comunidad.
Oremos para que cada uno de nosotros escuche con el corazón el clamor de la Tierra y el clamor de las víctimas de las catástrofes ambientales y del cambio climático, comprometiéndonos personalmente a cuidar el mundo que habitamos.