El Papa visitó una favela brasileña. Fue una de las citas que quiso añadir expresamente a la agenda de la JMJ que ya dejó establecido Benedicto XVI.
Francisco fue recibido con calurosas muestras de afecto de la comunidad de Manguinhos. El Papa bendijo el altar de una iglesia que no todavía no estaba terminada y en el camino hacia la favela de
Varginha se paró para saludar y bendecir a varios jóvenes. También visitó la humilde casa de una familia de la favela.