El cardenal de Boston Sean O'Malley presidió la Misa celebrada por obispos americanos y mexicanos en Nogales, en la frontera entre México y Estados Unidos.
Acto seguido, los obispos estadounidenses pidieron al gobierno que apruebe con rapidez una reforma migratoria.
Quisieron demostrar que la reforma migratoria no es una cuestión política sino ética. Una cuestión de compasión que va muy en la línea de la doctrina católica.