Fue madre de siete hijos y fundadora de una congregación religiosa en siglo XIX dedicada a rescatar de la pobreza y la prostitución a cientos de niñas.
La beata Rafaela Ybarra nació en 1843 pertenecía a una familia rica de Bilbao, España, y sintió la necesidad de ayudar a las jóvenes que caían en la explotación al emigrar en busca de una vida mejor.