La canonización de los 800 mártires de Otranto cierra un proceso de más de 500 años. El 13 de agosto de 1480, cuando los turcos conquistaron Otranto, el comandante otomano les exigió que renegaran de su fe y se convirtieran al Islam. Los 800 hombres, con Antonio Primaldo a la cabeza, dijeron que preferían "mil veces morir antes que renegar de Jesús, el Hijo de Dios". Fueron ejecutados.