Benedicto XVI no ha podido cumplir el sueño de Juan Pablo II de viajar a China y Rusia, dos países que se fían poco de los católicos.
En 2007 Benedicto XVI escribió una carta a los católicos de China, pidiéndoles que fueran fieles a la Iglesia de Roma sin herir susceptibilidades con Pekín. Sin embargo, los católicos en china, siguen obligados a vivir su fe a escondidas. Un tema delicado que el nuevo Papa deberá afrontar.