Estas imágenes de la llegada a Río de Janeiro del Papa Francisco causaron mucho impacto y abrieron de nuevo el debate en torno a la seguridad del pontífice. Los encargados de la protección papal tuvieron que realizar esfuerzos extras para escoltar al pequeño coche que usó Francisco para su traslado. Cientos de peregrinos rodearon el vehículo detenido en un atasco de tráfico. Muchos se preguntaron si el Papa estaba realmente seguro en ese coche.