El Santo Padre visitó la obra misionera del padre Pedro Opeka: la comunidad Akamasoa construida encima de un basurero como signo de esperanza en medio de la pobreza y la destrucción. Los niños le obsequiaron con una canción en español "Dios está aquí"
La "Ciudad de la Amistad" en la comunidad Akamasoa, es una obra fundada en 1.989 por el padre Pedro Opeka, sacerdote argentino, miembro de la Congregación de la Misión (padres vicentinos-lazaristas), quien trabaja en Madagascar desde hace más de 30 años.
En medio de un basurero abandonado el misionero construyó una barriada de chabolas precarias que hoy se han convertido en casas de ladrillos, gracias a la ayuda de la fundación France Libertés y al trabajo de tantos voluntarios solidarios que quisieron aportar un granito de arena para el desarrollo de uno de los países más pobres del mundo.