Era el 21 de agosto de 2011 cuando Benedicto XVI anunció en Madrid que la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud sería en Río de Janeiro. Un joven brasileño despertó a sus padres con sus gritos de alegría. Sus padres no sabía en qué consistía la JMJ así que el pequeño les cuenta la historia de estos encuentros mundiales.