El cambio de nombre tiene una explicación teológica fundada en la Biblia. Dios cambiaba de nombre a las personas que asignaba una misión especial, por ejemplo a Abraham. También Jesús a algunos apóstoles como San Pedro o San Pablo les cambió el nombre al asignarles su misión.
Se entiende, por tanto, que los Papas cambien de nombre cuando son elegidos para ser sucesores de San Pedro.