Este encuentro entre el pontífice romano y el jefe de la Iglesia de Inglaterra parece centrarse en avanzar y recordar lo que une a ambas iglesias, más que lo que las divide. Quizás nada ejemplifique mejor este mensaje que la visita de Su Majestad a la Basílica de San Pablo Extramuros, donde recibirá el título de “Confrade Real” de la abadía. Este regalo de “confraternidad” simboliza la creciente amistad ecuménica entre la Iglesia Anglicana y la Iglesia Católica.