Al finalizar el ángelus este domingo, el Pontífice oró y manifestó su cariño por Monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión, acusado de traición a la Patria, así como por los ciudadanos nicaragüenses recientemente deportados por el gobierno local a Estados Unidos.
Ante la agudización de la situación social y política en Nicaragua, tras la reciente expulsión del país de más de 220 opositores al régimen del Presidente Daniel Ortega, y a la condena a más de 26 años de cárcel del obispo Rolando Álvarez, diversos episcopados del mundo han reaccionado con preocupación y solidaridad ante la situación de los ciudadanos y de la Iglesia Católica en dicho país.