A pesar de tener que ir en silla de ruedas el Papa no ha limitado en absoluto su agenda habitual y no parece temer el mostrarse así ante colaboradores o visitantes.
El médico le ha recomendado no caminar y parece que el Papa se ha decidido a seguir su consejo.
Por el momento su idea es seguir adelante con su agenda, aunque habrá que ver en los próximos días cómo evoluciona su rodilla y si le obliga a cancelar futuros eventos.