En su audiencia general del miércoles, el Papa continuó con su catequesis semanal sobre el discernimiento. En este caso, habló de la desolación.
Papa Francisco habló de la desolación como un estado vital en el que se experimenta insatisfacción, tristeza o soledad. Un momento en el que parece que Dios no responde. Sin embargo, explicó que este sentimiento es algo bueno, puesto que ayuda a crecer y a mantenerse humilde.
El pontífice también expresó que la desolación es una “llamada a la gratuidad” que conlleva aceptar al otro por sí mismo y no por interés.