Medios locales aseguraron que el obispo fue liberado y después devuelto a la prisión, al rechazar las condiciones para salir del país y ser enviado al destierro a Roma.
El medio nicaragüense Confidencial informó de que el régimen de Ortega estaba negociando con los obispos el futuro Álvarez, y que si se negaba a salir del país podría regresar a prisión. Y así ocurrió. El prelado fue liberado durante unas horas, puesto bajo arresto en la sede de la Conferencia Episcopal, pero al insistir en seguir en el país, el régimen sandinista lo envió de nuevo a prisión.