El Papa aprovechó el tradicional encuentro con el clero romano en el Aula Pablo VI, que se celebra al comenzar la Cuaresma, para hablarles sobre la misericordia y el perdón.
Comenzó su meditación pidiéndoles perdón, solidarizándose con algunos sacerdotes injustamente acusados hace un año de abuso de menores. Todo era falso y los culpables están ya detenidos.