El Arzobispo de Canterbury visitó Roma durante tres días. Supervisará el trabajó de la Red Mundial para la Libertad, un proyecto ecuménico que reúne a religiosas católicas y anglicanas para luchar contra la trata de personas. Ambas Iglesias cooperan muy activamente en este campo.
En su discurso ante el Papa, el líder anglicano expresó su deseo de alcanzar la plena comunión. También elogió la cooperación para promover la paz y la reconciliación.
Al finalizar fueron a la capilla de Urbano VIII del Palacio Apostólico y rezaron juntos delante de una imagen del Niño Jesús.