La primera cuaresma de Francisco comenzó en la basílica romana de San Anselmo. Partió desde allí a pie hacia la basílica de Santa Sabina para comenzar simbólicamente este "itinerario" de 40 días.
Llegó antes de las cinco de la tarde y allí celebró la Misa. También él recibió las cenizas. Se las impuso el cardenal eslovaco Jozef Tomko.
Junto a Francisco estaban todos los cardenales de la Curia vaticana. Quizá recordaron que el pasado miércoles de ceniza fue la última ceremonia de Benedicto XVI como Papa. Tuvo lugar en San Pedro, dos días después de anunciar su renuncia.