El Papa comentó el Evangelio del encuentro de Jesús con la Samaritana, ayer domingo en la hora del ángelus. Dijo que es el ejemplo de cómo Jesús fue capaz de "saltar las barreras de hostilidad entre judíos y samaritanos y romper los esquemas del prejuicio frente a las mujeres".
Francisco recordó que la Cuaresma es el tiempo de mirarse a uno mismo y examinar qué es lo importante. Pidió a los cristianos que dejen los prejuicios de lado para sentir la voz de Jesús, que llena de alegría los corazones.