En su Audiencia General, el Papa Francisco explicó el significado de la bienaventuranza: “Dichosos los que tienen el corazón puro, porque ellos verán a Dios”.
Dijo que “hay que reconocer que, con frecuencia, nuestro peor enemigo está escondido dentro de nosotros mismos, y necesitamos convertirnos al Señor”. Además, pidió que el Señor “nos conceda pureza y sencillez de corazón para descubrir su providencia en los sucesos de la vida cotidiana”.