Durante el rezo del Ángelus del domingo, el Papa León XIV centró su mensaje en la paz y la esperanza cristiana, recordando que el verdadero santuario de Dios es Cristo muerto y resucitado. Con palabras firmes, pidió un alto el fuego en las zonas en guerra para honrar verdaderamente a las víctimas y expresó su cercanía al pueblo filipino golpeado por el tifón Fung-wong.