A pesar del frío, miles de familias fueron a la plaza de San Pedro para rezar el Ángelus con el Papa Francisco.
Entre la multitud se pudo ver una pancarta en italiano que decía: "Los pobres no pueden esperar”. Después de leerla, el Papa improvisó unas palabras para pedir por las familias que no tienen casa y para pedir a la sociedad que se movilice y les ayude.