El pasado sábado 22 de febrero, fue la primera ceremonia pública en la que participó Benedicto XVI como Papa emérito. Asistió en primera fila, junto a los "cardenales obispos". Llevaba un abrigo blanco para protegerse del frío de la basílica.
El Papa Francisco llegó algunos minutos más tarde, rompió el protocolo y le saludó.
Benedicto XVI reaccionó con timidez cuando lo mencionó Pietro Parolin, el más veterano de los 19 nuevos cardenales.