La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, visitó ayer el Vaticano para reunirse con el Papa Francisco. El encuentro fue cordial y el Papa le agradeció la acogida de Brasil en la JMJ de Río de Janeiro.
El mejor momento del encuentro fue cuando Rousseff le entregó a Francisco un balón de fútbol firmado por Ronaldo y una camiseta de la selección brasileña con una dedicatoria de Pelé.