Tras conocer la absolución, el cardenal Barbarin ha insistido en que mantiene su intención de dimitir como arzobispo de Lyon.
Un sacerdote de su diócesis cometió abusos contra 8 menores entre 1985 y 1991, y el cardenal supo de ellos en 2014, cuando ya habían prescrito civilmente.
Lo que sí hizo Philippe Barbarin fue trasladar las denuncias al Vaticano para que expulsara del sacerdocio a este abusador.