Se podría decir que Bernardo de la Madre del Buen Amor fue uno de esos “ángeles” de la Segunda Guerra Mundial.
Este joven sacerdote murió con tan solo 30 años en Polonia, y perteneció a la Congregación de la Pasión. Se caracterizó por una vida discreta y vivir la misericordia en medio de la Segunda Guerra Mundial en Polonia.
Recientemente el Papa Francisco lo declaró Venerable, siendo el único polaco entre los 7 santos, 8 beatos, 24 venerables y 9 siervos de Dios de la Congregación de la Pasión.