Miércoles 5 de marzo: El Papa dedicó su catequesis del Miércoles de Ceniza a explicar la Cuaresma. La definió como un tiempo de conversión.
Francisco pidió a los católicos que vivan mejor su Bautismo. De esta forma, concluyó, no "aceptarán pasivamente” un mundo que no presta atención a Dios, en el que los padres no enseñan a rezar a sus hijos.
Francisco añadió que la Cuaresma también ayuda a reaccionar contra "situaciones difíciles”, como la violencia y la pobreza.