Hace 20 años la vida de Chiara Amirante cambió. Tras sufrir una ceguera que parecía irreversible, se curó. Para ella fue la señal definitiva de que tenía dar su vida por los demás. Decidió empezar por las personas sin hogar que dormían en la estación de Termini de Roma, un lugar nada recomendable para una mujer joven sola.
La confianza en Dios y la alegría han sido los pilares para Chiara. Una historia que cuenta en este libro "E gioia sia. Il segreto per la felicità”, una historia que no ha terminado porque en su obra aún quedan muchas páginas en blanco por escribir.