El Pontífice continuó su ciclo de catequesis sobre los vicios y las virtudes y reflexionó hoy sobre la gula. Recordó que Jesús no veía nada malo en comer bien y algo de vino en compañía, y que no debemos sentirnos culpables por un trozo de tarta, pero debemos prestar atención a cómo las relaciones desequilibradas con la comida pueden dañar el planeta y nuestros corazones.