El Papa Francisco se ha reunido con todos los cardenales. Uno a uno los purpurados han ido saludando al nuevo Papa. Unos minutos que cada uno de ellos ha aprovechado para hablar brevemente con él.
Sin embargo, el cardenal de Sudáfrica, Wilfrid Fox Napier, aprovechó para regalarle esta colorida pulsera. Un regalo nada usual para un Papa, pero con un gran significado para la diócesis de Durban, de la que Napier es arzobispo.