El santo padre Francisco consagró el Estado de la Ciudad del Vaticano a san Miguel Arcángel y a san José, con motivo de la inauguración del nuevo monumento a San Miguel Arcángel, del artista Giuseppe Antonio Lomuscio.
Entre los presentes se encontraba el papa emérito Benedicto XVI, invitado especialmente por el papa Francisco, para esta importante consagración. Ambos permanecieron juntos delante del monumento durante toda la ceremonia