"Ningún poder del hombre puede considerarse divino, por lo tanto ningún hombre es dueño de otro hombre". Lo dijo el Benedicto XVI encontrando a las autoridades en el arzobispado milanés. La cita dio la oportunidad al Papa para enfocar aquellas que deberían ser las cualidades de quien gobierna: la justicia, antes que nada, "porque interesa al bien de toda la comunidad", y "el amor por la libertad". "La libertad no es un privilegio para algunos sino un derecho para todos, un derecho precioso que el poder civil debe garantizar". Y por libertad no debe entenderse "arbitrio de uno mismo", sino "responsabilidad de cada uno". Benedicto XVI subrayó que dado que el "Estado está al servicio y tutela de la pers ...