Tras la audiencia general del miércoles 29 de agosto, el Papa ha saludado a unos 2600 monaguillos franceses, que se reúnen en Roma hasta finales de agosto.
Benedicto XVI les ha agradecido su ayuda y les ha invitado a aprovechar las ceremonias para desarrollar una relación personal con Dios. Además les ha aconsejado que hablen a sus amigos de lo que hacen en la iglesia.