El miércoles 13 de marzo de hace un año, amaneció lluvioso. Sin embargo, por si acaso, desde temprano los peregrinos se concentraron en la plaza. La respuesta llegó a las 11,38. Fumata negra.
Era ya prácticamente de noche, cuando concluye la espera. Desde la chimenea sale un humo blanco, inconfundible.
Pasó más de una hora hasta que hubo nuevas noticias de lo que había ocurrido en la Capilla Sixtina.