El cuerpo de Benedicto XVI se introdujo esta madrugada en la basílica de San Pedro. Después de que sus allegados más íntimos lo velaran en el monasterio Matter Ecclesiae, un furgón lo recogió y llevó a la basílica. Quienes le cuidaron en sus últimos momentos le siguieron un comitiva.
Después fue incensado y expuesto en la nave central de la basílica, justo enfrente del altar. Peregrinos de todos rincones del mundo podrán visitarlo para despedirse de él en los próximos días.