Hicieron falta 3 meses de trabajo, 2.400 metros cuadrados de tela y la participación de 72 parroquias, 18 colegios y 11 comunidades religiosas para hacer esta bandera gigante con la cara del Papa Francisco dibujada con cientos de manos pintadas y miles de mensajes de cariño. Es la iniciativa de tres jóvenes brasileños que quisieron dar la bienvenida al Papa a Brasil.