El 8 de diciembre, Roma celebra uno de sus días más especiales. Y, ya con sabor a Navidad, el centro de la ciudad se ve así: calles repletas, sobre todo, cerca de Plaza de España. El motivo: la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Pero hay que rebobinar hasta casi la madrugada para entender esta tradición romana. A las 7 de la mañana cada año, los bomberos son los primeros en rendir homenaje a la Virgen. Lo hacen así: uno de ellos le cambia la corona de flores a la imagen, que se ubica delante de la Embajada de España ante la Santa Sede.