Una de las obras más emblemáticas de los Museos Vaticanos volvió a ver la luz tras casi cinco años de restauración. Se trata del Apolo del Belvedere. Una escultura de mármol del siglo II. Es una copia del original de bronce hecho en Grecia en torno al 330 antes de Cristo.
Los daños que adquirió con el paso de los siglos habían pasado factura. Repartieron mal su peso y en 2019 sonaron las alarmas.