En la nunciatura apostólica de la República Democrática del Congo, el Papa se reunió con víctimas del conflicto latente en la parte oriental del país.
Emelda M'karhungulu contó los horrores que sufrió su pueblo tras una incursión en 2005. Ella tenía 16 años.
Es difícil entender tanta maldad, una brutalidad casi animal. Santo Padre, agradecemos que haya venido a consolarnos.
El este de la República Democrática del Congo sufre ataques de varios grupos rebeldes. Últimamente se ha intensificado la tensión con los países fronterizos y tres millones de personas han perdido la vida en los últimos 25 años.