Los soldados que acompañan la corona floral, son la guardia de honor de la Presidencia de Turquía. Son un grupo de soldados que, entre otras cosas, vigilan el monumento las 24 horas. Fueron ellos los que dejaron la ofrenda de León XIV a los pies del sarcófago de Ataturk. El monumento funerario desde fuera, parece recordar al estilo de las civilizaciones antiguas, como la romana o la egipcia, aunque con pinceladas culturales de la identidad turca. La primera parada de León XIV terminó así: firmando en el libro de honor y con una breve visita al museo dedicado al que es considerado el padre de los turcos.